¿Quién dijo miedo?

Según el diccionario de la Real Academia Española el miedo es la "pertubación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario".
Los niños/as, a lo largo de su desarrollo, padecen y experimentan numerosos miedos. La mayoría son pasajeros. El miedo a la separación, a personas extrañas, a la oscuridad, a seres sobrenaturales, a los ruidos fuertes, las máscaras, etc, etc. Estos irán apareciendo y desapareciendo en determinadas edades.

En investigaciones sobre los miedos. El que predomina por encima de todos es el miedo a la oscuridad y le sigue el miedo a los payasos. Para el escritor de novelas de terror Rampsey Cambell, la causa de este miedo infantil tan generalizado está clara: “Lo que asusta a los niños es lo extraño.No es el payaso en sí mismo, sino el hecho de que, lo mires por donde lo mires, y en la situación que sea, siempre sonríe. Los críos intuyen que eso es algo anormal”.


¿QUÉ PODEMOS HACER SI NUESTROS NIÑOS/AS TIENEN MIEDO A ALGO?
No es recomendable forzar al niño para que se enfrente a ellos de forma directa con la esperanza de que los supere pronto. Su desarrollo cognitivo les impide enfrentarse de forma racional a sus temores. Pero, a medida que crecen, mejora su capacidad cognitiva y los miedos remiten.

Si un niño teme la oscuridad, obligarle a dormir con la luz apagada aumentará su ansiedad, casi con toda probabilidad. Es preferible hacerlo de forma progresiva: primero dejar una noche todas las luces encendidas para, en noches sucesivas, reducir la iluminación si el niño está cada vez más tranquilo. Debemos de reaccionar con la máxima tranquilidad posible y evitar ante todo contagiar nuestros miedos.