Joaquín Sorolla Bastida fue un pintor español, nacido
en Valencia. Artista prolífico, dejó más de 2200 obras catalogadas. ¡Eso son un
montón de cuadros!. Su obra madura ha sido etiqueda como impresionista,
postimpresionista y luminista.
Él junto su hermana se quedaron huérfanos y fueron
criados por su tía. Su tío cerrajero le enseñó este oficio pero pronto
descubrió la cualidades de Joaquín llevándolo a clases para formación. Estudió
las obras de Velázquez este pintor ya lo conocimos en clase por su cuadro tan
famoso "Las Meninas". Viajó a Roma para conocer otros artistas y
técnicas de allí.
Comenzó a pintar en acuarelas sobre temas
costumbristas y anecdóticos ya que eran fáciles de vender en ese momento. Un
ejemplo de ello es su obra "Vendiendo melones".
También hubo una época que fue retratista. En
aquellos años no había cámaras de fotos y los pintores eran pagados para tener
cuadros donde aparecieran. De esta forma Sorolla tuvo la suerte de pintar a
personajes famosos como Galdos, Machado, Emilio Castelar,...e incluso hasta el
rey Alfonso XIII.
En sus obras más famosas pintadas a óleo están
dedicadas a niños y mujeres en las playas de Valencia, su ciudad natal.
El
cuadro transmite además la inocencia y felicidad de un niño jugando
despreocupado con su barquito de vela, la reproducción en miniatura de
un balandro, quizás un autorretrato del artista jugando con sus tubos de
pintura y sus lienzos.
Sorollla pintaba
a niños jugando y el agua del mar cubriendo la mayor parte del lienzo, llenando
la composición. Pero sobre todo pintaba la luz. Esa sí que lo
cubre todo con una intensidad extraordinaria, ya sea directa sobre la piel
mojada del niño desnudo o sobre esos hermosos y fugitivos reflejos en el agua
creados con dinámicas pinceladas. Y así consigue este artista
pintar algo tan difícil como es el movimiento del mar.
Su cuadro "El Balandrito". El niño
está jugando en la orilla de una playa, obviamente. Para ser exactos en el
arenal valenciano de El Cabañal, a donde solía acudir el pintor tras su exitosa
estancia en los Estados Unidos para disfrutar de ese sol violento del
Mediterráneo.
El cuadro transmite además la inocencia y
felicidad de un niño jugando despreocupado con su barquito de vela, la
reproducción en miniatura de un balandro, quizás un autorretrato del artista
jugando con sus tubos de pintura y sus lienzos.
Ahora que ya sabéis más sobre este pintor podéis realizar vuestro Balandrito.
¡Deseando de ver como os ha quedado!
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